
Como sabemos, hoy en día, un problema muy notorio es la baja capacidad que presentan los niños y el desinterés por los estudios. No se sabe donde radican específicamente estos problemas ¿serán los profesores?, ¿los alumnos? O ¿los centros educacionales?
Todas estas preguntas, son interrogantes las cuales están ligadas. Para algunos el hecho de que el establecimiento educacional sea tan rígido en lo académico y no ponga mayor atención a los valores, hace que estos alumnos solo se preocupen del que su nivel académico no baje, por otro lado nos encontramos con los colegios que privilegian lo valórico y dejan en segundo plano la educación, ¿cómo se podrá llegar a un equilibrio? ¿Es necesario que lo haya? Estas son preguntas que varios nos hacemos, pero aún así nos podemos dar cuenta de que es una tarea que va de la mano tanto con lo familiar como con lo escolar. Del mismo modo nos encontramos con centros escolares de mayor y peores recursos lo cual también limita en el caso del segundo, la capacidad de los alumnos y el desinterés de los mismos profesores lo que genera en el estudiante la misma secuela.
Por otro lado nos encontramos con los profesores que trabajan en estos establecimientos educacionales. Ya sean colegios privados, municipales o subvencionados, el caso es en que en cada colegio es diferente, por temas de sueldos, del tipo de profesor que se contrata, y estos factores son los principales para que un colegio tenga un buen rendimiento académico, lo que en colegio subvencionado trae problemas porque el nivel de profesores es más bajo y pocos son los que trabajan por una interés propia hacia su fin más pedagógico que es enseñar, otro como no son bien pagados y trabajan en varios colegios a la vez para tener un sueldo con el que puedan subsistir hace más complejo el modo en que el profesor enseñanza, ya que no tiene una interés propia que lo motive a mejorar su aptitudes académicas antes sus alumnos que para él/ ella son más que nada horas de trabajo que tiene que cumplir. Otro punto está en que el profesor no es valorado como se debe en la escuela y por el gobierna por lo menos aquí en chile, donde nuestros profesores son la base de nuestros conocimientos y deberían ganar igual o más que un médico, debería ser más valorados ya que sin ellos no tendríamos de quienes aprender las bases de la educación para fomentar más en la universidad, muchas veces se dice que lo que te enseñan en la escuela no sirve de nada después, pero eso es totalmente falso, porque deberíamos ya a la edad que salimos del colegio tener un criterio formado, gracias a los educadores que nos acompañaron en esos años y a la familia.
Por ultimo nos encontramos con los jóvenes de la sociedad de hoy en día jóvenes rebeldes a la sociedad, indiferente y desinteresados por la educación, solo pretenden terminar el colegio, ya que muchas veces el establecimiento educacional se ha convertido en el principal educador, dejando el papel de la familia atrás y el tema de que una prueba los va a guiar en su futuro casi no les interesa, ya que muchos pueden entrar a las universidades privadas por el hecho de tener los recursos para hacerlo, lo malo de este tema es que estos estudiantes, serán un mal prototipo como profesionales y ciertamente nos da un temor de ¿Qué será de ellos en el futuro? Lo empeoraran o seguirá todo igual. Y por otro lado están los desinteresados que no seguirán estudiando y puede que trabajen o tengas distintas formas de ganarse la vida. Por lo mismo han perdido la conciencia social lo que ha generado estas disyuntivas entres los alumnos y profesores, y hasta las marchas en contra de la educación como lo fue la revolución pingüina el año recién pasado, pero lo que sucede ante esto es que no todos los alumnos sabían de que trataba la LOCE y no sabían dar argumentos antes las problemática que hay enfrentaban. Entonces, formamos jóvenes sin rumbo, no necesariamente porque sus instrucciones no sean las mejores -qué tampoco lo son- sino porque la forma de educar dado por los distintos factores nombrados no es el óptimo, lo que me deja una pregunta... ¿Para dónde vamos?
Realizado por
Natalia Quezada, María Jesús Olfos, María Jesús SImpson
Todas estas preguntas, son interrogantes las cuales están ligadas. Para algunos el hecho de que el establecimiento educacional sea tan rígido en lo académico y no ponga mayor atención a los valores, hace que estos alumnos solo se preocupen del que su nivel académico no baje, por otro lado nos encontramos con los colegios que privilegian lo valórico y dejan en segundo plano la educación, ¿cómo se podrá llegar a un equilibrio? ¿Es necesario que lo haya? Estas son preguntas que varios nos hacemos, pero aún así nos podemos dar cuenta de que es una tarea que va de la mano tanto con lo familiar como con lo escolar. Del mismo modo nos encontramos con centros escolares de mayor y peores recursos lo cual también limita en el caso del segundo, la capacidad de los alumnos y el desinterés de los mismos profesores lo que genera en el estudiante la misma secuela.
Por otro lado nos encontramos con los profesores que trabajan en estos establecimientos educacionales. Ya sean colegios privados, municipales o subvencionados, el caso es en que en cada colegio es diferente, por temas de sueldos, del tipo de profesor que se contrata, y estos factores son los principales para que un colegio tenga un buen rendimiento académico, lo que en colegio subvencionado trae problemas porque el nivel de profesores es más bajo y pocos son los que trabajan por una interés propia hacia su fin más pedagógico que es enseñar, otro como no son bien pagados y trabajan en varios colegios a la vez para tener un sueldo con el que puedan subsistir hace más complejo el modo en que el profesor enseñanza, ya que no tiene una interés propia que lo motive a mejorar su aptitudes académicas antes sus alumnos que para él/ ella son más que nada horas de trabajo que tiene que cumplir. Otro punto está en que el profesor no es valorado como se debe en la escuela y por el gobierna por lo menos aquí en chile, donde nuestros profesores son la base de nuestros conocimientos y deberían ganar igual o más que un médico, debería ser más valorados ya que sin ellos no tendríamos de quienes aprender las bases de la educación para fomentar más en la universidad, muchas veces se dice que lo que te enseñan en la escuela no sirve de nada después, pero eso es totalmente falso, porque deberíamos ya a la edad que salimos del colegio tener un criterio formado, gracias a los educadores que nos acompañaron en esos años y a la familia.
Por ultimo nos encontramos con los jóvenes de la sociedad de hoy en día jóvenes rebeldes a la sociedad, indiferente y desinteresados por la educación, solo pretenden terminar el colegio, ya que muchas veces el establecimiento educacional se ha convertido en el principal educador, dejando el papel de la familia atrás y el tema de que una prueba los va a guiar en su futuro casi no les interesa, ya que muchos pueden entrar a las universidades privadas por el hecho de tener los recursos para hacerlo, lo malo de este tema es que estos estudiantes, serán un mal prototipo como profesionales y ciertamente nos da un temor de ¿Qué será de ellos en el futuro? Lo empeoraran o seguirá todo igual. Y por otro lado están los desinteresados que no seguirán estudiando y puede que trabajen o tengas distintas formas de ganarse la vida. Por lo mismo han perdido la conciencia social lo que ha generado estas disyuntivas entres los alumnos y profesores, y hasta las marchas en contra de la educación como lo fue la revolución pingüina el año recién pasado, pero lo que sucede ante esto es que no todos los alumnos sabían de que trataba la LOCE y no sabían dar argumentos antes las problemática que hay enfrentaban. Entonces, formamos jóvenes sin rumbo, no necesariamente porque sus instrucciones no sean las mejores -qué tampoco lo son- sino porque la forma de educar dado por los distintos factores nombrados no es el óptimo, lo que me deja una pregunta... ¿Para dónde vamos?
Realizado por
Natalia Quezada, María Jesús Olfos, María Jesús SImpson